Investigaciones
sobre la valoración individual y el significado del trabajo dentro de la
perspectiva del hombre muestran que el mismo, significa no sólo el
mantenimiento y la producción de condiciones materiales de existencia, sino
también la posibilidad de la identidad social y el desarrollo personal, estos
aspectos son reconocidos dentro de la economía social. Vemos aquí el trabajo no
sólo como producción de la vida material, sino también como opciones para la integración social, el
reconocimiento y reconocerse a sí mismos como sujetos de su propia existencia
en el mundo.
La
vocación en este aspecto juega un papel muy importante en el desarrollo de esta
realización personal, pero que podemos entender por estos términos tan comunes
pero a la vez tan poco analizados?
Cuando hablamos de vocación nos referimos a aquello que verdaderamente
refleja nuestra propia esencia, aquello que idea nuestros principios. De aquí que
no podremos llegar a una realización personal completa y madura si esta no concuerda
y no se asienta en las estructuras internas que conforman la vocación.
La
persona se realizará “como tal” en la medida que responda a las exigencias de
su estructura interior, pues somos, en origen, un poder ser, una potencialidad
que sólo alcanzará su plenitud haciendo de la realidad estática, una realidad
dinámica. Una realidad en la que logremos concordar nuestras actitudes y
aptitudes, con la labor que vamos a realizar.
Pero
como podremos lograr hacer tal cosa, en un medio tan cruel, que rebaja la
calidad de las personas, humillando, aprovechándose de la necesidad y de la
falta de conocimiento y preparación de la población. Donde el subempleo es la
figura predominante, y las horas destinadas a la familia están siendo canjeadas
por horas destinadas al bolsillo del amo.
La
única forma es cambiando el modo de pensar de las personas, una profunda y muy
desinteresada labor de la comunidad que hoy en día puede hacer cambiar el rumbo
del futuro que le dejaremos a nuestros descendientes. Algo tan sencillo, que
por lo sencillo que es, se nos hace muy complicado. Generar conciencia sobre la
importancia de la asociación de los
individuos para generar condiciones de bienestar y calidad de vida, pero
adicional a esto, la educación cooperativa como vínculo para generar elementos
trascendentales que nos permitirán desarrollar mayor participación de las comunidades
en todas las formas democráticas.
La
educación se ha convertido en una de las piedras angulares del desarrollo de
todo país. Por esto, no tiene que extrañarnos que todas las potencias mundiales
hagan fuertes inversiones para aumentar el volumen y la calidad de la
educación. Intentando lograr la
adecuación de los estándares educativos a lo que cada país o grupo de interés considera
estratégico en su realidad. Sumado a esto solo bastaría con correlacionar el
número de horas dedicadas por los estudiantes, y el nivel de profesionalismo
denotado de tantas horas de preparación.
El
conocimiento, de esta forma, genera el devenir creativo que da soluciones a
las situaciones más desfavorables de la vida. El mismo busca alternativas para
paliar las necesidades, y mejorar la calidad de vida. Motivación, preparación y
aptitudes son los ejes configuradores de la realización personal. Una
personalidad completa y madura es el resultado de una vocación realizada.
La
educación es un derecho humano fundamental, esencial para poder ejercitar todos
los demás derechos. La educación promueve la libertad y la autonomía personal y
genera importantes beneficios para el desarrollo.
Por Edgar R. Reyes
Cuellar
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