miércoles, 10 de agosto de 2016

ESTILOS DE APRENDIZAJE Y EL ABP

El aprendizaje basado en problemas (ABP) es una metodología educativa que marca sus inicios en la mitad del siglo XX, siendo implementado en los primeros años de enseñanza del Case Western Reserve University School of Medicine de los Estados Unidos, para posteriormente ser integrado como programa curricular en la Universidad de McMaster, Canadá, en el año 1969. Desde entonces, se ha expandido a diversas instituciones de educación superior, siguiendo vigente cuatro décadas más tarde, estando presente en la mayoría de las escuelas de medicina de los Estados Unidos, y de la misma forma en planes de estudios de Australia, Europa, Latinoamérica y Asia, propagándose paulatinamente en el área de la economía, psicología, derecho y biología. Chile no ha sido indiferente a esta innovación pedagógica, implementando el ABP primordialmente en carreras del área salud, como un aporte significativo a la formación de los futuros profesionales del país. (Rev Educ Cienc Salud 2013; 10 (1): 10-17).

En el desarrollo de esta metodología, el profesor participa como un tutor, que modela las estrategias de intervención para abordar el caso propuesto, planificando, orientando, monitorizando y promoviendo la participación activa de los estudiantes, tanto en las etapas de investigación, como para la definición de objetivos que el grupo de estudiantes se propone. Por otro lado, el centro de esta metodología es el estudiante, quien se caracteriza por operar como un aprendiz auto dirigido, con papel activo a nivel cognitivo y afectivo en la definición de las áreas de conocimiento necesarias para resolver el problema que le ha sido propuesto, requiriendo obtener más información de la provista, e incorporar múltiples formas de resolución a través del debate de posturas opuestas, para permitir el surgimiento de nuevas incógnitas y un análisis que promueva la activación de altos niveles de procesamiento cognoscitivo. La autoevaluación y la coevaluación incentivan el desarrollo del pensamiento crítico, demandando competencias para evaluar, debatir, opinar y decidir en situaciones de incertidumbre, además de favorecer la   discusión, el trabajo en equipo y la resolución de conflictos. Desde una perspectiva holística, esta metodología provee la integración de las ciencias básicas, pre-clínicas y clínicas, integrando un amplio rango de disciplinas para la comprensión y manejo de los problemas que sufren los pacientes.

Mientras que en la docencia tradicional el proceso de aprendizaje se realiza en aulas grandes repletas de alumnos, que en la mayoría de las ocasiones no interactúan entre sí y donde prima el principio de la individualidad, en el ABP el trabajo se va a desarrollar en un ambiente más “íntimo”, los estudiantes, en grupos reducidos, colaboran entre sí para alcanzar un objetivo común con la ayuda de un profesor. Este nuevo espacio docente recibe la denominación de tutorial y el profesor que orientará a los alumnos para que alcancen sus objetivos de aprendizaje, será el tutor (Font, 2004).

De este modo, los tutoriales se convierten en el escenario del proceso de aprendizaje y uno de sus elementos clave en estos tutoriales, además de la figura del tutor, es el trabajo en grupo. No podemos obviar que aunque este tipo de trabajo pueda presentar inconvenientes como el parasitismo de ciertos alumnos o el encubrimiento colectivo, son muchas más sus ventajas. En el grupo se aportan ideas, se discuten conceptos, se hace referencia a los conocimientos previos que los alumnos tienen sobre el problema planteado, se plantean hipótesis, se busca lo desconocido, se plantean las dudas. Esta interacción propicia un enriquecimiento intelectual, personal y social mutuo, ya que cada uno de los miembros del grupo posee conocimientos, experiencias y valores distintos que puede trasmitir a sus compañeros (McLean et al. 2006; Nieminen, Sauri y Lonka, 2006). El grupo se beneficia con el pensamiento de cada uno de los miembros y cada estudiante se beneficia del pensamiento grupal (Font, 2004).

A pesar de que la metodología ABP tiene una fundamentación teórica básica su implementación real, en los distintos escenarios docentes, está sujeta a variaciones dependientes de las necesidades de los miembros implicados en el proceso de aprendizaje, de las infraestructuras con las que se cuenta para desarrollarla, del tipo de estudios, etc.

Dolmans (2001) distingue tres fases esenciales, o tutoriales, para el desarrollo de una sesión ABP. La primera es una sesión grupal en la que tras la presentación de un problema, se inicia la discusión entre los estudiantes. Tras ésta, los alumnos van a determinar cuáles van a ser sus objetivos de aprendizaje. Durante la segunda sesión, los estudiantes, en esta ocasión individualmente, realizan una búsqueda de información que les permita conocer más sobre dichos objetivos. Finalmente, los alumnos vuelven a trabajar en el grupo donde discuten y reflexionan acerca del material encontrado.

Durante la primera y última sesión, el tutor deberá de estar presente y trabajar junto con el grupo de alumnos, mientras que en el tutorial de la segunda fase dicha presencialidad no será necesaria. Sin embargo, y como señala Hugo Dueñas en 2001, durante este periodo, el tutor deberá disponer de un tiempo determinado, que comunicará previamente a sus alumnos, en el que atenderá las demandas de los distintos miembros del grupo, resolverá sus dudas, les orientará sobre la manera más adecuada para lograr una información satisfactoria, y analizará su propio desarrollo como individuo dentro del grupo.

El modelo que hemos presentado reflejaría un patrón estándar de aplicación del ABP, sin embargo, y como dijimos en un principio, la variabilidad en su implementación real es algo común y generalizado. Otros autores (Ortiz, García, Pedraz y Antón, 2003) plantean que aunque lo ideal en un contexto de ABP es que se realicen tres tutoriales a la semana, de dos horas de duración cada uno de ellos, hay ocasiones en las que por distintos motivos ello no es posible y se deben reducir a dos.

Probablemente, intentar determinar un número concreto de tutoriales es además de una tarea difícil, algo poco eficaz. Lo más adecuado sería que la planificación de estos tutoriales fuera algo flexible que estuviera determinado por las necesidades de los miembros del grupo, por las percepciones del tutor encargado de guiarlos en un determinado problema, por el grado de dificultad de la materia a trabajar, etc.

En un principio, en la Universidad de MacMaster en Canadá, donde se inició la metodología del ABP, y con el fin de inhibir el riesgo de que el tutor cayera en la práctica tradicional de enseñanza y proporcionara información directa al estudiante, se pensó que esta figura debería de ser ajena a los contenidos planteados en el problema.

Se habló entonces de un tutor no experto que asumía la tutoría en unidades curriculares con contenidos en los que no era especialista. Sin embargo, la práctica en distintos contextos docentes demostró que esta idea inicial de la no experiencia no era del todo correcta y que para que un tutor realizara su función de forma adecuada debería de tener conocimientos sobre los contenidos que se planteaban a los alumnos. Por tanto, se considera que los mejores tutores son aquellos que son expertos en el área de estudio (Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, 2003; Morales y Landa, 2004). Sin embargo, otros planteamientos consideran que no es necesario que los tutores sean expertos en la materia planteada. Lo realmente importante es que sean conocedores de la misma y posean las habilidades suficientes para guiar al grupo de alumnos en su proceso de aprendizaje (Albanese, 2004; Font, 2004; McLean et al., 2006). Además, hay autores que señalan que el tutor no tiene por qué ser un docente, y que esta labor puede ser realizada por una persona que haya alcanzado el grado de doctor (Maudsley, 2003) o incluso alumnos de segundo y tercer ciclo, siempre y cuando estén bajo la supervisión de docentes ya consolidados en esta de metodología (Forest, 1995).

Las funciones que debe de realizar un tutor van a depender básicamente de dos factores, por un lado, de la experiencia del grupo en el trabajo ABP y por otro, de la fase ABP en la que se esté trabajando. Lógicamente, cuando el grupo de trabajo sea “novato” la función del tutor será más directiva y presencial que cuando dicho grupo ya esté habituado a trabajar con esta metodología (Iglesias, 2002; Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, 2003).

El segundo factor que determinará las funciones del tutor será la fase de la dinámica del ABP que se esté desarrollando. En este sentido hay que tener en cuenta que, en cada momento, el tutor deberá ser capaz de realizar acciones concretas que posibiliten finalmente que sus alumnos alcancen los objetivos deseados y aprendan. A continuación se presentan las funciones desempeñadas por el tutor durante las etapas previas al planteamiento del problema, a lo largo de su desarrollo y tras la finalización del mismo.

MODELO DE LOS CUADRANTES CEREBRALES DE HERRMANN

Ned Herrmann elaboró un modelo que se inspira en los conocimientos del funcionamiento cerebral. Él lo describe como una metáfora y hace una analogía de nuestro cerebro con el globo terrestre con sus cuatro puntos cardinales. A partir de esta idea representa una esfera dividida en cuatro cuadrantes, que resultan del entrecruzamiento de los hemisferios izquierdo y derecho del modelo Sperry, y de los cerebros cortical y límbico del modelo McLean. Los cuatro cuadrantes representan cuatro formas distintas de operar, de pensar, de crear, de aprender y, en suma, de convivir con el mundo. Las características de estos cuatro cuadrantes son:

1) Cortical Izquierdo (CI) cuyos Comportamientos pueden resumirse en: Frío, distante; pocos gestos; voz elaborada; intelectualmente brillante; evalúa, critica; irónico; le gustan las citas; competitivo; individualista.
Procesos: Análisis; razonamiento; lógica; Rigor, claridad; le gustan los modelos y las teorías; colecciona hechos; procede por hipótesis; le gusta la palabra precisa.
Competencias: Abstracción; matemático; cuantitativo; finanzas; técnico; resolución de problemas.

2) Límbico Izquierdo (LI) cuyos Comportamientos pueden resumirse en: Introvertido;   emotivo,   controlado;   minucioso,   maniático; monologa; le gustan las fórmulas; conservador, fiel; defiende su territorio; ligado a la experiencia, ama el poder.
Procesos: Planifica; formaliza; estructura; define los procedimientos; secuencial; verificador; ritualista; metódico.
Competencias: Administración;  organización;  realización,  puesta  en  marcha; conductor de hombres; orador; trabajador consagrado.

3) Límbico Derecho (LD) cuyos Comportamientos pueden resumirse en: Extravertido;   emotivo;   espontáneo;   gesticulador;   lúdico; hablador; idealista, espiritual; busca aquiescencia; reacciona mal a las críticas.
Procesos: Integrado por la experiencia; se mueve por el principio de placer; fuerte implicación afectiva; trabaja con sentimientos; escucha; pregunta; necesidad de compartir; necesidad de armonía; evalúa los comportamientos.
Competencias: Relacional; contactos humanos; diálogo; enseñanza; trabajo en equipo; expresión oral y escrita.

4) Cortical Derecho (CD) cuyos Comportamientos pueden resumirse en: Original; humor; gusto por el riesgo; espacial; simultáneo; le gustan  las  discusiones;  futurista;  salta  de  un  tema  a  otro;  discurso  brillante; independiente.
Procesos: Conceptualización;  síntesis;  globalización;  imaginación;  intuición; visualización; actúa por asociaciones; integra por medio de imágenes y metáforas.
Competencia: Creación; innovación; espíritu de empresa; artista; investigación; visión de futuro.

Las tendencias pedagógicas actuales muestran un reciente interés por las estrategias didácticas y su aplicación a los modelos de enseñanza, que tratan de alejarse cada vez más de los modelos tradicionales, favoreciendo con ello el aprendizaje de una manera más efectiva e innovadora. Por lo tanto recientemente se ha hecho un estudio con el interés de identificar los estilos de aprendizaje y su relación con los cuadrantes cerebrales en un grupo de estudiantes. Analizar si cada cuadrante está asociado a un estilo particular de pensar, crear y aprender.

La muestra estuvo compuesta por 30 estudiantes de licenciatura y seis de posgrado. La colección de datos se obtuvo mediante la aplicación del Cuestionario Honey-Alonso de Estilos de Aprendizaje (CHAEA) y el Modelo Cuadrante Cerebral de Herrmann (HBDI). Las variables se estudiaron a través de un diseño no experimental. Al realizar el análisis del perfil de los cuadrantes cerebrales de Herrmann, los resultados indican que la mayoría de los estudiantes presentan un desarrollo significativo en los cuadrantes B, C, y D. Muestran una dominancia predominante en el cuadrante (B) límbico izquierdo, cuadrante (C) Pardo-Rojas (2013) recoge gráficamente a través del modelo que se presenta a continuación.

En él vemos como en cada cuadrante se proponen actividades que desarrollan o potencian el cuadrante cerebral que responde a las necesidades características de cada ser.

Para el profesorado: Esto no es un diagnóstico exhaustivo de los estilos de aprendizaje, pero si se  hace un estudio previo de estos estilos al comenzar el semestre o ciclo escolar, así como hacer un diagnóstico de ideas previas relacionadas con los contenidos de la materia, permitirá planificar estrategias metodológicas que respondan a las características del alumnado y de esta manera facilitar mejor su aprendizaje.

Para el alumnado: Conocer su estilo de aprendizaje ayuda a comprender por qué uno se siente más a gusto con determinado tipo de estrategias formativas. Además, podemos planificar estrategias que se correspondan con el estilo de aprendizaje, ya que,  debemos tener en cuenta los distintos tipos de aprendizaje a la hora de planificar nuestras actividades. Diseñar actividades que respondan a los distintos estilos y así responder a los estilos de todo el alumnado.

REFERENCIAS

El rol docente en la metodología del Aprendizaje Basado en Problemas. Material publicado en: http://ocw.um.es/cc.-sociales/la-metodologia-de-aprendizaje-basado-en-problemas/material-de-clase-1/tema-5.pdf


MODELO CUADRANTE CEREBRAL DE HERRMAN SU RELACIÓN Y APLICACIÓN CON LOS ESTILOS DE APRENDIZAJE. Material publicado en: http://odettemurguiaamx.blogspot.com/2013/10/modelo-cuadrante-cerebral-de-hermann-su.html

1 comentario:

  1. Muy interesante tu post sobre el ABP. Muy completo y detallado. Gracias por compartirlo

    ResponderEliminar